¡Vaya susto!
Seis y diez de la mañana. Yo, tapadita, calentita, con el apacible efecto de la couldina aún rondando por el cuerpo, durmiendo como un bebé. El Jau, ni te cuento. De repente se me empiezan a colar entre sueños ruidos como de un gran martillo golpeando una superficie protegida por una manta. Intento camuflarlos como puedo dentro de mi inconsciencia pero no lo consigo y acabo medio despertándome. A Jaume le ha debido pasar lo mismo porque lo veo buscar a tientas el móvil para mirar la hora. “¿Qué hora es?” “Las seis y diez” Aparte de los martillazos se oyen voces hablando a un volumen que mas parecen las cinco de la tarde que otra cosa. No se les entiende. “¿Qué bestias, ¿no?, ¿qué hacen?” Lo que más me sorprende es que ningún vecino salga a protestar. “En fin” pienso “como tengo tapones que les den”, los cojo y me los voy a poner pero antes decido ir al baño. Muevo la puerta corredera, avanzo medio zombi por la zona de la cocina y por el pasillo hasta el baño, enciendo la luz y “¡Jau!! ¡Hay humo!” “¡¿Qué?!” “¡Sí humo! ¡Debe haber un incendio!” El Jau de un bote llega al baño. Flipando con la humera vamos a la puerta de la entrada, la abro y veo a la vecina con el nieto en brazos bajo el marco de su puerta y bajando por las escaleras un bombero totalmente equipado con su máscara y todo. El humo no es negro pero hay suficiente como para asustar ¡Qué acojone! El bombero se acerca a nuestros caretos y nos dice “Yaushua shouchsod ado” “¿Cómo?” Se quita el filtro de la mascarilla “Ya está todo solucionado, ¿tienen humo en casa?” “Si” “Ventilen bien y ya está, ha sido un jhgueyvr en los buzones de abajo” “Ah, gracias” Y efectivamente estaba todo solucionado. Hemos estado ventilando y aun sigo ahora, porque el olor a hoguera es de un persistente… Nos hemos vuelto a meter en la cama, tranquilos pero con una pequeña sensación de debilidad, de ver lo frágiles que somos e intentando apartar las ideas de que ¿y si no nos llegamos a despertar? ¿y si el incendio hubiera sido más importante? ¿qué haces desde un séptimo si hay fuego en la planta baja? . Eso sí, las cavilaciones han durado poco y de nuevo he caído en brazos de Morfeo hasta hace poco.
Ahora que me he despertado y todo vuelve a la normalidad sólo tengo ganas de bajar a la calle y ver que es ese jhgueyvr de los buzones.
